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19 de junio de 2008

Un mimo con un micrófono

( Un mimo con un micrófono. A público.)



Hola, que tal. ¿Cómo están?
Soy un mimo. un mimo con un micrófono

Un mimo que ama esta bendita ciudad
Mi mama me mima, mi mamá me ama. No tengo hermana por lo que me voy a comer esta banana.

(Saca una banana, la pela.)

Como la banana me cae mal al hígado, entonces, después me duele el ombligo.

Pero como igual tengo hambre, quizás me la coma mas adelante.

Esperemos no se pudra, si no, yo llamo gente para armar una murga.

(Guarda de nuevo la banana.)

Mi trabajo es divertido, soy feliz sin hacer ruido.

Hago señas todo el tiempo, me comunico con mis gestos, me "expreso de media noche".

(Hace mimesis de risa)

Hay un travestí que es bueno conmigo, me cuenta secretos mientras tomamos un vino.

El parque Sar-miento esta bueno, porque de noche es oscuro, yo no- miento.

Beatriz Molinari dijo de mí en su crítica: “un pecado, ninguno; le pongo cinco estrellitas.”

Esto de hacer teatro si que es divertido, me cago de hambre, y lo mismo no viene a verme ni el loro.

Cuando era chiquito una vez tuve un lorito, agarre el poxiram y le sellé todo el piquito.

Al morir el lorito, mi padre me dio un gran castigo, selló mi oidito igual que yo al lorito, por lo que ahora no escucho una mierda.

Ahora Pepito esta embalsamado, viene a visitarme en mis sueños los días feriados, se acerca despacito y me come los ojitos, yo me levanto todo traspirado por lo que más tarde me voy a comer un helado.

Helado de vainilla o helado de frambuesa, me pedía que elija mi tía Teresa, yo le pegue un codazo en los riñones y murió.

Una vez mis padres estaban en su cuarto haciendo ruiditos, yo me preocupe, pensé… “algo le estará pasando a papito y a mamita”, entonces entré a su cuarto y al verlos todos desnuditos, ellos de castigo, mojaron todo mi cuerpito, y con unos cablecitos, todos peladitos, conectándolos a mi recto, jugaron a la picana eléctrica.

Estuve internadito en el hospital infantil de esta bendita ciudad, como nadie iba a visitarme, yo podía masturbarme.

“Mas turbado estará tu padre”, dijo la psicopedagoga del colegio, “cuando vino a la reunión de padres quiso violar a todas las madres”.

Este poema se lo dedico a todos aquellos que aman a los mimos.

Ya lo dijo Marcel Marceau “Ser mimo está re picante”

Bueno, me voy a la mierda. Ustedes tienen mucha cara de católicos ortodoxos, y eso me da un poquito de miedo.

Chau.



pensado para que sea dicho por
mARCELO aRBACH

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